Publicado en 2016. Marisa,
una joven casada recientemente con el
soldado Brody Clark, con quien intenta iniciar una vida en pareja, encuentra
arduo sobrellevar las dificultades propias de la vida conyugal con un militar. El
reto que supone sortear las condiciones impuestas por el oficio de su esposo hace
que se figure cómo sería su vida si en lugar de tener un esposo soldado tuviera
un hombre rico a su lado en posición de colmarla con las indulgencias que un recluta
raso no podría suplir.
A esto les espera un año
de separación debido a que el Ejército requiere de los servicios de Brody, y mientras
la pareja planea cómo sobrevivir el distanciamiento Marisa se reencuentra con
su ex novio a quien creía haber olvidado hacía mucho tiempo. Kenneth por su
lado es un hombre maduro y opulento que sabe emplear muy bien sus estrategias
de conquista sin timidez ni sentimientos de culpa.
Ahora la lejanía de su
marido y la aparición inesperada de Kenneth sitúan a Marisa en un dilema difícil de resolver: Por un lado ella ama a su esposo profundamente y le tiene una gran
devoción, pero por el otro se siente muy sola y vulnerable durante esta etapa
incipiente de su matrimonio. En consecuencia el trángulo amoroso en el que ella
se niega a participar termina convirtiéndose en una tentación demasiado fuerte
para soportar durante las largas horas de ausencia de Brody.
Esta es una historia
romántica corta que se lee en un rato (35 páginas aprox.) y que proporciona un
grado de entretenimiento. Debido a su corta duración la obra discurre sin
contratiempos, lo cual para mí constituye un punto a favor, pues aborrezco
sobremanera los relatos que quedan estancados en el tedio y te hacen perder el
tiempo. El libro describe las inseguridades a las que está sometido un sujeto
que se siente atraído por dos personas y que sus argumentaciones mentales entran en un conflicto
imposible de zanjar de manera satisfactoria para los involucrados. En este
caso Marisa es la víctima (o quizás el verdugo) que se plantea y se cuestiona lo
que ella debiera tener claro desde que inició su relación con Brody, pero que
carece de la madurez y determinación suficientes para abstenerse de caer en seducciones
extramaritales; más aún, de considerar si el potencial amante realmente merece
recibir tal condescendencia.
El libro además cuenta con
una dosis de sensualidad explícita, sin las omisiones características de las
novelas y que yo de no esperaba. El estilo claro y directo de la
escritora revela su habilidad para describir escenas con prolíferos detalles
sin sentir la presión de las cohibiciones sociales.
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