El Juego de Ripper – Isabel Allende

Publicado en 2014. Celeste Roko predijo que la ciudad de San Francisco sería azotada por una serie de crímenes que conmocionará a la población, pero los incautos pobladores no dieron mucho crédito a sus palabras. No pasó mucho tiempo para que el macabro asesinato de un sujeto desconocido en el gimnasio de una escuela pública diera buena cuenta de los vaticinios de la astróloga.

Amanda, una chica de 17 años, convoca a sus amigos con quienes suele divertirse tomando parte en el juego de Ripper. Un juego en el que se asignan roles a sus participantes para llegar a un hallazgo concreto; en este caso ella intentará descubrir la identidad del asesino con la ayuda de su grupo.

Mi puntuación:

Los crímenes continuarán por un largo período y la policía comenzará un proceso de investigación independiente para cada delito. Bob Martin, padre de Amanda y jefe del departamento de homicidios recurrirá a la ayuda de su hija y los demás jugadores para dar caza al malhechor.

Después de un tiempo de infructuosos esfuerzos, la trama llega a su cénit cuando Indiana, madre de Amanda, es secuestrada. Bob Martin y Amanda tendrán que redoblar esfuerzos para descifrar las pistas debido a que el tiempo se agota para Indiana, ya que su ejecución está programada para el próximo Viernes Santo a media noche.

El libro empieza con la perturbadora escena de un cadáver hallado por un grupo de estudiantes durante su clase de Educación Física. La extraña y humillante disposición física del cuerpo es descrita con tal detalle que el lector queda inmerso en la trama desde las primeras páginas.

A continuación la autora presenta a cada uno de sus personajes con un despliegue abundante de información; sumergiéndonos en circunstancias, épocas y situaciones variopintas que constituyen la existencia de cada uno de ellos; y que en ocasiones se me antoja excesivo. Esto sin mencionar que un gran número de personajes conforma el reparto de esta historia, en consecuencia, buena parte de la obra redunda en la exposición de los antecedentes y condiciones que les atañe en lugar del desarrollo del argumento principal. No obstante, la narrativa de Allende es siempre entretenida y diversa, razón por la que esta profusión de palabras constituirá una habilidad de expresión por parte de la autora o bien un distanciamiento innecesario del hilo central de la historia; todo depende de la percepción del lector. En mi opinión, creo que en ocasiones la obra se dispersa un poco, por lo cual recomiendo disfrutar de la amena narrativa de la autora y no impacientarse mientras el relato retoma su guion central. 

Sin embargo, desde mi perspectiva el libro sí adolece de falta de credibilidad en uno de sus personajes. Amanda, una estudiante de secundaria, es una niña precoz con una destreza innata para seguirle la pista a los criminales desde la comodidad de su ordenador, superando en perspicacia y agudeza a todo el departamento de policía a sus escasos 17 años de edad; todo esto sin haber recibido nunca formación en ese campo y contando con una experiencia restringida a un juego de roles virtual que mantiene con adolescentes de otras ciudades. Esta característica se presenta frecuentemente con los personajes muy jóvenes de telenovelas y películas, a quienes se les atribuyen altos índices de inteligencia y sagacidad que sólo un individuo alcanza en la vida adulta y después del entrenamiento adecuado. Ciertamente la ficción y la fantasía constituyen una de las bases de la literatura, pero cuando se lleva al exceso le resta veracidad y fundamento a la misma. Intuyo que este comportamiento obedece a la tendencia paternal, inconsciente quizás, que induce al ser humano a amplificar y exagerar las capacidades de los pequeños.

Ahora bien, el final revela la identidad del asesino, de la cual el lector no tiene idea hasta entonces. Después de pasarme más de 400 páginas recelando de todos los personajes, el culpable resulta ser el más insospechado. Un desenlace bien contado y sin premuras, aunque con uno que otro rasgo desproporcionado; es, en todo caso, una obra atractiva y bien escrita como toda la obra de Isabel Allende.